En el 2004 fue el atentado en Madrid, unos cuantos terroristas pusieron bombas en un tren a las ocho de la mañana.
Mi tío, Leonardo, estaba viviendo en Madrid y tenía que tomar ese tren para ir a trabajar, y tenía que ir a esa hora.
Yo cuando me enteré estaba en el colegio, y no tenía noticias de él, por eso pensé que podía haber fallecido en el tren. Cuando salí del colegio llegué llorando a mi casa porque quiero mucho a mi tío. Llamé a mis abuelos para saber si ellos sabían algo de él, pero dijeron que no. Llamé a mi papá y me dijo que justo había cortado con él por teléfono, y que le había dicho que salido a las siete y media para trabajar. No lo podía creer, parecía que era un milagro, me puse a llorar de alegría, abracé muy fuerte a Agus y corté con mi papá.
Mi tío desde ese momento se fue a vivir a Londres por seguridad y porque él había nacido allá. Ahora sus hermanos y sus papás van a visitarloa allá.
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